sábado, 10 de diciembre de 2011

RIESGOS PARA LA SALUD A PARTIR DEL CONSUMO DE TRANSGENICOS

CONTINUANDO CON LA DIFUSIÓN DE LAS CONSECUENCIAS NEGATIVAS AL CONSUMIR ALIMENTOS MODIFICADOS GENETICAMENTE SE SEÑALAN ALGUNAS DE ELLAS.

Los riesgos para la salud de los alimentos GM: Resumen

Esta sección resume los riesgos para la salud de los alimentos modificados genéticamente .

 Contenido de un vistazo:

Parte 1: Los riesgos para la salud documentados de los alimentos modificados genéticamente
Sección 1: Evidencia de las reacciones en los animales y los seres humanos.
Sección 2: inserción del gen altera el ADN y puede crear problemas de salud impredecible.
Sección 3: La proteína producida por el gen insertado puede crear problemas.
Sección 4: La proteína extraña puede ser diferente de lo que se pretende.
Sección 5: La transferencia de genes a las bacterias intestinales, los órganos internos, o los virus.
Sección 6: los cultivos transgénicos pueden aumentar las toxinas del medio ambiente y se bioacumulan las toxinas en la cadena alimentaria.
Sección 7: Otros tipos de alimentos transgénicos acarrean riesgos.
Sección 8: Los riesgos son mayores para los niños y recién nacidos.

domingo, 4 de diciembre de 2011

¿Qué son los organismos genéticamente modificados y cómo han sido creados los transgénicos?

¿Qué son los organismos genéticamente modificados y cómo han sido creados los transgénicos?

Son productos, sustancias u organismos vivos, que han sido creados en laboratorio por la ingeniería genética a través de la transferencia de genes de una especie a otra especie ya sea de una planta, bacteria, virus o animal.
La ingeniería genética es la ciencia que estudia y experimenta con la modificación de genes. Esta ciencia se ha desarrollado tanto que en los laboratorios han logrado pasar el gen de un organismo a otro totalmente diferente.
Con esta tecnología se combinan genes de una especie de planta con genes de otra planta diferente; genes de un animal con genes de otra especie de animal, o también se combinan genes de plantas con genes de animales, incluso genes humanos con genes de plantas o animales.
Con ésta tecnología se han modificado las características genéticas de plantas y vegetales para retrasar su maduración, cambiar su color, aromas, tamaño, forma, resistencia, etc.
 A través de la Ingeniería Genética se han desarrollado cultivos tolerantes a herbicidas así como cultivos resistentes a plagas y enfermedades.
Con este cruce de genes, la ingeniería genética rompe las leyes de la naturaleza ya que la naturaleza nunca cruzaría los genes de un alacrán con los genes de trigo ni éstos con los genes del maíz.
Por ejemplo: Genes de un pez resistente al frío fueron incorporados a un tomate, con el propósito de darle al tomate resistencia al frío y no tener pérdidas por climas fríos. Estas transferencias de genes no se dan en la naturaleza, por sí solos, sólo se hacen en laboratorios.
A esta especie de tomate, a la que se le han introducido un gen ajeno, se le llama Organismo Genéticamente Modificado (OGM) o también transgénico.

¿Quién está detrás de los transgénicos?
Las empresas transnacionales de alimentos y algunos científic@s argumentan que los cultivos masivos con semillas transgénicas serán una contribución muy grande para solucionar el problema del hambre en el mundo. Sin embargo, la FAO (Organización de Alimentos y Agricultura de las Naciones Unidas) dice que actualmente hay suficientes alimentos en el mundo para alimentar al doble de la población mundial. El problema del hambre en el mundo no se debe a una escasez de alimentos, sino la injusticia en la distribución.
Son las relaciones de dominación Norte-Sur una de las principales causas del hambre en el mundo.
Los motivos para la modificación genética están principalmente basados en razones comerciales y políticas, muestra de ello es que cinco multinacionales dominan el negocio de los transgénicos. Estas son: Monsanto (Estados Unidos), AstraZeneca (Inglaterra/Suecia), Novartis (Suiza), Dupont (Estados Unidos) y Aventis (Francia).
A las grandes Corporaciones como Monsanto les interesa dominar el mercado y obtener grandes ganancias con la fabricación y venta de semillas transgénicas. El objetivo de estas empresas no es resolver los problemas agrícolas y de alimentación de la población; sobre todo el objetivo es aumentar sus ganancias. Es decir, generar beneficios mayores para las empresas semilleras y agrotóxicas, sin considerar los riesgos en la agricultura, salud y el medio ambiente.
Por ejemplo: La estrategia de venta de Monsanto es la comercialización de un paquete entero de producción. La semilla, que vende, solamente produce si se utilizan los fertilizantes,  fungicidas y herbicidas que ellos fabrican. Con esta estrategia, las empresas transnacionales aseguran el control de todo el proceso de producción agrícola y obtienen mayores ingresos.
Además han logrado crear semillas que son estériles, es decir, que no se pueden almacenar para una nueva cosecha, ya que la semilla no germina. agrícolas, cooperativas etc., están “obligados” a comprar cada año sus semillas, además como tienen derechos de propiedad intelectual para todo lo que vende, los agricultores tienen que pagar a la empresa por el uso de la semilla transgénica, generando con ello mayor dependencia.
El sistema de patentes se creó para proteger los inventos de los que sacan copias sin permiso y para estimular la investigación. Cuando alguien compone una canción, realiza un proceso jurídico para declarar al autor o autora como el “dueño de la canción (propiedad intelectual).
En el precio de los CD ya está incluido el pago de la patente o derechos de autor. Hacer copias del CD sin permiso es ilegal; a esto se conoce con el nombre de piratería, porque se considera a quien hace la copia como un pirata que “roba” la propiedad intelectual de las canciones.
Pero ahora, las grandes trasnacionales quieren patentar lo que por siglos ha sido de la humanidad, es decir la semilla, y aquellos que quieran utilizar su “invento” tendrán que pagar para su uso, a esto se le llama biopiratería, ya que la semilla siempre ha existido nadie la ha inventado, pero ahora nos las quieren quitar y para colmo hay que pagarles, sino, nos meten presos.

¿Dónde están los transgénicos?
Por séptimo año consecutivo, los agricultores de todo el mundo siguen aumentando la siembra de cultivos transgénicos en más de un 10 por ciento. Entre los cultivos más producidos genéticamente están: Soya (41,4 millones de hectáreas), Maíz (15,5 millones de hectáreas), Canola (planta para producir aceites, 3,6 millones de hectáreas), Algodón (7,2 millones de hectáreas) y Papaya (más que 1.000 hectáreas).
El 98% de la siembra de éstos producto transgénicos se realizan en cinco países del mundo, dividido de la siguiente manera: el 63% en EE.UU, el 14% en Argentina, el 4,5% en Canadá, el 4% en Brasil y el 4% en China. El resto se encuentra en India, Uruguay, África del Sur, Australia y España.
Hoy en día los transgénicos se pueden comer sin darse cuenta, ya que las transformaciones genéticas de soya y maíz se incorporan como ingredientes en aproximadamente un 60% de los alimentos elaborados industrialmente: productos de repostería, chocolates, pan, conservas, helados, aperitivos, productos dietéticos, mermeladas, margarinas, aceites, vegetales etc.

¿Qué riesgos traen los transgénicos?
Riesgos en la salud:
Resistencia a los antibióticos – lo que significa que se reduce la eficacia de éstos medicamentos, para combatir las enfermedades humanas: Existen alimentos transgénicos que tienen incorporados genes resistentes a los antibióticos, así tenemos algunas variedades de tomate que contienen el gen de resistencia a la Kanamicina. En experimentos realizados por investigadores demostraron que estos genes pueden transmitir la resistencia a antibióticos a quienes consuman estos productos, incluso a los humanos que consuman animales que hayan sido alimentados con transgénicos.

Generación de alergias: Los transgénicos pueden llegar a producir alergias ya que reciben genes de microorganismos que contienen proteínas con potenciales alergénicos no predecibles.

Daños inmunológicos: El Dr. Arpad Pusztai del Rowwett Research Institute, Escocia, fue despedido al hacer público sus experimentos con ratones alimentados con papa transgénica.
Los ratones mostraron problemas para resistir a las enfermedades, y problemas en su crecimiento. Se les paralizaron algunos órganos, les creció el hígado y se redujo el tamaño del cerebro. Si los ratones sufrieron cambios tan drásticos en sus cuerpos por ser alimentados con transgénicos ¿qué podría pasar en nuestros cuerpos?

Riesgos en la agricultura y la economía:
La dependencia económica de los agricultores frente a las empresas productoras de semilla transgénica.
Los agricultores que utilizan este tipo de semillas son dependientes de las transnacionales, porque existe una Variedad de semilla transgénica que contiene la tecnología terminator que no permite que el agricultor pueda utilizar en su próxima cosecha, ya que es estéril, por otro lado, estas empresas y sus derechos de propiedad intelectual prohíben a los campesinos el intercambiar o almacenar semillas, obligándolos a comprarlas cada año para poderlas sembrar. Y sí un campesino la utiliza tiene que pagar a la empresa para poder utilizar la semilla.
También las plantas transgénicas son mayoritariamente resistentes a los herbicidas, y se venden formando parte de un “paquete de tecnológico” que incluye la semilla transgénica y el herbicida a que es resistente.
Las grandes empresas productoras y comercializadoras necesitan que los productos sean más vistosos y duraderos para su presentación en el mercado.

Riesgos en el medio ambiente:
Hay transferencia y contaminación de propiedad transgénica a cultivos nativos, criollos o plantas silvestres emparentadas. Transferencia horizontal (Polinización) es la causante de la contaminación que sufren los cultivos nativos y convencionales al tener contacto con el polen de los cultivos transgénicos.
El 60 por ciento de los productos transgénicos son resistentes a los herbicidas. Es muy probable que las malezas, por el cruzamiento con los cultivos transgénicos, también desarrollen la resistencia a los herbicidas y se conviertan en plagas muy difíciles de controlar. También las plagas de insectos desarrollarán rápidamente resistencia a los cultivos que contienen insecticidas tóxicos. Esto provocaría el aumento del uso de los plaguicidas y otros productos químicos para acabar con esas plagas, ocasionando más contaminación de los suelos, las aguas y los alimentos.
Los cultivos transgénicos con resistencia a insecticidas, afectan también a insectos no objetivos y organismos benéficos. En 1999, un estudio de la revista científica Nature reveló que las orugas de la mariposa Monarca, en México, padecían retrasos en su desarrollo y un aumento de la mortalidad tras comer hojas cubiertas con polen de maíz transgénico.
La expansión de los cultivos transgénicos amenaza la desaparición de la diversidad genética, es decir, la vida del planeta. Esto es el caso por ejemplo de los Estados de Puebla y Oaxaca en México. Al liberar semillas transgénicas en las áreas de cultivo, se ha contaminado aproximadamente el 30 por ciento de la semilla nativa y se ha puesto en riesgo a 300 variedades autóctonas de maíz y las diferentes formas de vida que existen en la zona.

Riesgos en la cultura:
Los países de Centroamérica son centros de diversidad biológica, donde tienen origen un número importante de variedades vegetales.
Nuestras comunidades indígenas y campesinas, proveedoras de un gran conocimiento de miles de años, han domesticado y mejorado todas las variedades que hoy sirven para la alimentación.
Sin embargo con la Ingeniería Genética, toda esta riqueza está en peligro debido a que los agricultores pierden los derechos ancestrales de cultivar, guardar e intercambiar sus semillas nativas.

¿Qué debemos de hacer?
Infórmese más sobre el tema de los transgénicos y compartir con otras personas.
Exigir a nuestras autoridades campañas de información a la población sobre la amenaza de los transgénicos.
Leer las etiquetas, si por casualidad dicen “contiene ingredientes genéticamente modificados (OGM)” o alguna similar; y si tiene la suerte de encontrarla, evite tales productos.
Consumir productos nacionales y frescos de preferencia orgánicos. Preferir verduras, frutas, y tubérculos que no estén tan perfectos, ni muy iguales, ni en tamaños extraños.
Evitar alimentos y empacados provenientes de Países como: Estados Unidos, Argentina, Canadá y China, que contienen soya, maíz o sus derivados.
Evitar la comida rápida, o chatarra en restaurantes de transnacionales ya que muchos pueden procesar los transgénicos y otros ingredientes desconocidos y no deseados.
Guardar y proteger nuestras semillas nativas.
Buscar la aprobación de una Ley de Alimentos Transgénicos donde se obligue al etiquetado.
Participar en acciones contra los transgénicos.
Hacer acciones contra transgénicos, por ejemplo:

Tomado de: Red Ciudadana frente a los Transgenicos en El Salvador

viernes, 2 de diciembre de 2011

Verdades sobre los productos transgenicos

Ojo con los productos transgénicos???
Nuevo Informe: Los cultivos transgénicos agonizan en Europa
En el mismo día del lanzamiento de un nuevo estudio sobre la comercialización de transgénicos a escala mundial patrocinado por la industria, un nuevo informe de Amigos de la Tierra Internacional revela que los cultivos transgénicos en Europa siguen cayendo en picado, al tiempo que aumentan el número de países que los prohíben .
El informe “¿Quién se beneficia de los cultivos transgénicos” demuestra que apenas el 0,06% de los campos europeos se cultivan con transgénicos, un descenso del 23% desde 2008. Siete Estados miembro de la UE prohíben el cultivo del maíz transgénico de Monsanto por las cada vez mayores evidencias sobre sus impactos ambientales y socioeconómicos, así como sobre sus incertidumbres en la salud. Tres países han prohibido el cultivo de la patata transgénica de BASF por precauciones sanitarias inmediatamente después de ser aprobado su cultivo en la primavera de 2010, y cinco Estados miembro han llevado a la Comisión Europea ante los tribunales por su autorización . La oposición pública a los alimentos y cultivos transgénicos se ha incrementado hasta el 61%.
David Sánchez, responsable de agricultura y alimentación de Amigos de la Tierra España afirmó: “Los cultivos transgénicos no tienen ningún futuro en Europa, por la fuerte oposición social, sus demostrados impactos ambientales, sociales y económicos, y por los riesgos que plantean sobre la salud. Es lamentable que el Gobierno español siga sin darse cuenta y juegue con nuestro medio ambiente, nuestra alimentación y con el futuro de nuestra agricultura.”
A escala global, el nuevo informe muestra que incluso los países que más han apostado por los cultivos transgénicos en América Latina se han visto forzados a tomar pasos para mitigar sus impactos negativos sobre la agricultura, la ciudadanía y el medio ambiente. En este sentido, el Gobierno brasileño ha lanzado un programa de soja libre de transgénicos para facilitar a los agricultores el acceso a semillas de soja no modificadas genéticamente; en Argentina, nuevas evidencias científicas muestran los graves impactos sobre la salud del herbicida Glifosato, utilizado en la inmensa mayoría de los cultivos transgénicos a nivel mundial, lo que ha conducido a la prohibición de la fumigación cerca de los núcleos de población, y en Uruguay, cada vez son más las administraciones locales que se declaran libres de transgénicos.
La coordinadora de Soberanía Alimentaria de Amigos de la Tierra Internacional, Kirtana Chandrasekaran añadió: “Los agricultores y la sociedad latinoamericana sufren las consecuencias de diez años de cultivos transgénicos con graves implicaciones sanitarias y costes crecientes. Los mitos sobre los que se asienta la industria de los transgénicos se están derrumbando y los estragos causados por toda Sudamérica muestran claramente que esta tecnología no sirve. Se trata de una llamada de atención a nivel global para avanzar hacia una agricultura más ambiental y socialmente responsable”.
El informe “¿Quién se Beneficia de los Cultivos Transgénicos? Una industria basada en mitos” demuestra a su vez que:
- Una nueva generación de cultivos transgénicos diseñados para promover el uso de peligrosos pesticidas como Dicamba y el 2-4 D están listos para su liberación en EE.UU. Las multinacionales biotecnológicas los están promoviendo como la solución al fracaso de los transgénicos actuales para controlar las malas hierbas y reducir el uso de pesticidas.
- La industria de los transgénicos, con el apoyo del Gobierno de EE.UU., buscan nuevos mercados en África en un intento de subir su cuota de negocio. La Fundación Gates, que invierte miles de millones de dólares en proyectos agrícolas en África ha comprado acciones de Monsanto, manifestando su interés directo en maximizar los beneficios de la industria de los transgénicos y no en proteger los intereses del pequeño campesinado africano.